Perspectivas
Emergentes en el Estudio del Emprendimiento Social: Caso de Colombia y su
Contexto Regional
Emerging Perspectives in the Study of Social
Entrepreneurship: Case of Colombia and its Regional Context
Alexander
Parejo Rodríguez [1]
María
Gabriela Zapata Morán[2]
Alberto Andrés Miranda Fernández[3]
Resumen
Mucho se habla sobre el
emprendimiento y cómo efectuarlo pero ¿realmente conocemos lo que emprender
implica, qué sucede con la parte social de un emprendimiento? y es que iniciar
un proyecto o negocio que genere cierto grado de impacto social se ha vuelto
realmente importante en la estructura organizacional de cualquier empresa
independiente de su objeto social. Este
estudio analiza el emprendimiento social en Colombia, identificando desafíos,
oportunidades y su potencial impacto. A través de una revisión exhaustiva de
literatura y datos secundarios, se destacan las barreras de acceso a
financiamiento, la falta de apoyo institucional y la brecha de género como
principales obstáculos. Se resalta el papel del emprendimiento social en la
reducción de desigualdades socioeconómicas y se proponen recomendaciones para
fortalecer el ecosistema emprendedor, incluyendo políticas de apoyo financiero,
programas de capacitación y promoción de la equidad de género.
Palabras
clave: emprendimiento social, estructura
organizacional, políticas inclusivas, la
sostenibilidad financiera, innovación.
Summary
There is a
lot of talk about entrepreneurship and how to do it, but do we really know what
entrepreneurship entails, what happens with the social part of a venture?
Starting a project or business that generates a certain degree of social impact
has become really important in the organizational structure of any company
independent of its corporate purpose. This study analyzes social
entrepreneurship in Colombia, identifying challenges, opportunities and its
potential impact. Through an exhaustive review of literature and secondary
data, the barriers to accessing financing, the lack of institutional support
and the gender gap are highlighted as the main obstacles. The role of social
entrepreneurship in reducing socioeconomic inequalities is highlighted and recommendations
are proposed to strengthen the entrepreneurial ecosystem, including financial
support policies, training programs and promotion of gender equality.
Keywords: social
entrepreneurship, organizational structure, inclusive policies, financial
sustainability, innovation.
Introducción
En la actualidad, se observa un surgimiento de estilos de emprendimiento
que se enfocan en transformar los modelos productivos y en incluir a la
población vulnerable. Esto plantea nuevos desafíos para el trabajo social en el
siglo XXI. Los trabajadores sociales necesitan competencias para comprender el
contexto socioeconómico en el que florecen los emprendimientos sociales y
liderar modelos centrados en las personas y su calidad de vida.
Este documento trata sobre las tendencias y retos del emprendimiento social
en Colombia. Se mencionan aspectos como la independencia de las entidades del
tercer sector, la oportunidad de sensibilizar al público y el papel del Estado
en el fortalecimiento de poblaciones vulnerables. Se destacan los retos de la
debilidad del Estado para garantizar los derechos civiles, la falta de
profesionalismo, la escasez de recursos y la limitada rendición de cuentas. Se
menciona la relación entre el tercer sector y el emprendimiento social, así
como las tendencias y retos en las empresas. También se aborda el tema del
emprendimiento social en el contexto universitario y se mencionan algunas
conclusiones sobre el abordaje de la responsabilidad social empresarial en las
universidades colombianas.
El emprendimiento, es una herramienta que genera crecimiento y desarrollo,
y se convierte en un eje fundamental en el marco de las políticas públicas y en
una oportunidad que impulse la movilidad social y el mejoramiento de las
condiciones de vida de la comunidad en general.
Lo anterior es mucho más evidente para los grupos más vulnerables como las
minorías étnicas, Para ello se deben abarcas estos grupos en el contexto del
emprendimiento social, fortaleciendo sus competencias empresariales,
específicamente lo concerniente al buen manejo financiero de sus recursos,
tarea que se aborda desde el emprendimiento social y la educación financiera.
Características del
Emprendimiento Social.
El emprendimiento social se caracteriza por la participación de grupos
sociales específicos y la búsqueda de justicia social, lo que lo relaciona de
manera epistemológica y teórica con el trabajo social. Diversos autores han
clasificado los emprendimientos sociales en categorías como empresas
comunitarias, empresas socialmente responsables y empresas socioeconómicas,
considerando su estructura legal y su objetivo altruista.
El emprendimiento social cubre campos tanto en el ámbito privado, público
como social. Se desarrolla en las tres esferas y tiene formas, implicaciones y
aplicaciones muy diversas. Se pueden identificar diferentes tipos de impacto
socioeconómico en las organizaciones privadas, desde sostenibilidad económica
hasta transformación social. Sin embargo, las empresas tradicionales no tienen
la maximización del beneficio social como su objetivo principal.
Existe por otra parte el
Emprendimiento Social Innovador, el cual busca la inclusión social de grupos
vulnerables y la creación de valor social. Biored
Colombia SAS se destaca como un caso de estudio que contribuye a la
rehabilitación y reasentamiento de población en zonas rurales afectadas por el
desplazamiento. Esta empresa promueve la producción y comercialización de peces
y plantas a través de tecnologías sostenibles.
Políticas Publicas inclusivas para el emprendimiento social
Estas poblaciones minoritarias étnicamente y marginadas socialmente como lo
mencionan los investigadores Garay y Torres: “carecen de oportunidades a
consecuencia de la poca formación y desarrollo de destrezas y habilidades, que
les permita integrarse a las actividades económicas”
Las políticas públicas que promueven el emprendimiento en todas sus
manifestaciones en el mundo y especialmente en América Latina, buscan subsanar
un poco esta problemática, sin embargo, hay escollos que salvar y que estudios
de campo e investigaciones con comunidades han develado y que se podrían
generalizar para toda la región. Por
ello es conveniente, antes de insertase en el tipo de política pública,
resaltar algunos hallazgos descubiertos por los investigadores sociales y su
problemática.
Sin duda alguna, la desconfianza de las comunidades es uno de los factores
más importantes, debido a que se sienten marginadas y en ocasiones utilizadas
para intereses electorales o gremiales. Lograr ganarse la confianza de las
comunidades no es fácil por dos razones: La primera, el abandono y la deuda que por
años el estado tiene con dichas comunidades y segundo, la crisis económica y la
falta de cobertura de sus necesidades básicas. El estudio de Gonzales Ibarra en
comunidades de México; Así lo confirma al plantear que la pobreza y la
marginación social entre otras causas, han aumentado de la problemática social y la pérdida de
confianza sobre todo en poblaciones jóvenes hacia las políticas y acciones del
gobierno, Por lo menos así lo validaron
para el estado de Michoacán.
Es decir, se presenta un círculo vicioso; crece la problemática social dado
que no hay confianza en programas del estado que podrían mejorar algunos
aspectos. Por otro lado, una mayor desconfianza, incrementa los problemas
económicos y sociales de la comunidad, al sentirse marginados, menos acceso
tienen a programas gubernamentales que podrían, si no solucionar, por lo menos
paliar la situación.
Pero este no es el único inconveniente a la hora de impulsar programas de emprendimiento,
bien sea social o comunitario, el mismo Gonzales identifica entre ellos: la escases de recursos, desempleo, la falta de seguridad,
miseria, el escaso nivel educativo que les dificulta a algunas
comunidades comprender los elementos técnicos del procesos, lo que ve
incrementado porque algunos
especialistas utilizan un vocabulario poco entendible
Lo que lleva a asegurar que las políticas de emprendimiento como lo afirma
González, es una amalgama de esfuerzos individuales que deben coordinarse por
la interacción de autoridades gubernamentales, sector privado, academia y
comunidades
Resulta conveniente entonces, revisar las políticas de emprendimiento y sus
diferentes enfoques en América latina, así como el énfasis que se le coloca, de
acuerdo al grupo social, enfoque de género o étnico objetivo, que determinan la
focalización de incentivos y programas para el fomento de las inactivas privadas,
gremiales y comunales.
El emprendimiento social en América Latina.
Al respecto se puede determinar que en América latina, los países han
venido impulsando programas que buscan fortalecer las empresas denominadas start-ups,
encabezados por los del cono sur Argentina y Chile Seguidos de México, Panamá
Colombia. Como lo sostiene la CFA,
Este
enfoque en las start ups, requieren de la sinergia del estado, y un lugar común
como lo establece Melguizo, para generar un ecosistema que las ayude a
consolidarse. Como puede colegirse, estos esquemas requieren de ciertas
condiciones en la población de emprendedores, que en múltiples ocasiones no se
encuentran dado su rezago no solo etnológico sino educativo, problema que se
había mencionado en líneas anteriores. Melguizo termina su análisis concluyendo
que en Latinoamérica, las barreras al emprendimiento son mayores que en los
demás países de la OCDE e identifica los aspectos que para el deben mejorar
entre ellos
Otros
autores confluyen en estas apreciaciones, en primer lugar, reconociendo que se
dan todos los tipos de emprendimiento en América latina, y que los ejes
primordiales para su desarrollo, descansan en los esquemas educativos, la
solidez y continuidad de sus políticas gubernamentales el apoyo público o
gubernamental, los incentivos financieros y tributarios
Recalcando
en esas limitaciones al emprendimiento, se vuelven repetitivas en algunos
autores y pases del continente, por ejemplo, Juan Aguirre de la universidad de Cuenca,
coincide en la débil educación, la formación para el emprendimiento, y la desconexión
de las políticas públicas y actores del ecosistema emprendedor
Todo lo
anterior, se evidencia mucho más en el Emprendimiento Social, toda vez que el
mismo concepto es más complejo dada la multiplicidad de variables que
involucra, al igual que la concepción del mismo término que hacen mucho más
difícil ponerlo en práctica, como modelo productivo.
Escuelas
del pensamiento del emprendimiento social.
Al
respecto, Se pueden identificar escuelas del pensamiento y de la concepción del
emprendimiento Social como modelo, por ejemplo, la revista Tec Empresarial,
hace un resumen de las Escuelas de pensamiento del Emprendimiento Social, más
representativas: “Escuela de Innovación y como representante Fundación Ashoka
SociaLab. Escuela de Negocios Sociales
del Oeste con sus exponentes Fundación Skoll, Fundación Schwab y Global Social
Benefit Institute Escuela de Negocios
Sociales de Asia, con exponentes Yunus Center y BRAC University
El
autor llega a la conclusión que más allá de los diferentes enfoques del
Emprendimiento Social por parte de las escuelas, sus principales diferencias o
aportes se encuentran en las fuentes de ingresos, escalabilidad y
replicabilidad del proyecto y ubicación geográfica. En este sentido, para la
Escuela de innovación el eje fundamental es la innovación la replicabilidad y escalabilidad,
se tienen en cuenta, pero no son esenciales; para la Escuela de Negocios del
Oeste, los tres componentes son obligatorios. Y, por último, para la Escuela de
Negocios Sociales de Asia, la generación de ingresos es obligatoria, más no así
la a escalabilidad ni la replicabilidad.
Lo
anterior, coincide con la problemática de los emprendimientos sociales en el mundo,
que se acentúan en América Latina, dadas las particularidades del grado de
educación, desarrollo tecnológico y marginalidad, al igual que la multiculturalidad
y el difícil acceso a algunas zonas geográficas. En concreto, Bravo en su
artículo para la revista TEC empresarial, expone que para poner en práctica y
desarrollar el concepto de Emprendimiento Social, tanto a nivel académico como
en proyectos y políticas públicas, las instituciones de educación superior y
los gobiernos, deben tener claro los conceptos teóricos sobre los cuales reposa
Los primeros,
para sustentar sus investigaciones científicas, programas académicos y
actividades de extensión universitaria acercando la practica universitaria a las
realidades de las comunidades de influencia, y los segundos, porque los
requieren para fortalecer sus decisiones gubernamentales y puedan ser
traducibles dichas políticas públicas en bienestar y desarrollo de la población,
como la creación de puestos de trabajo de calidad, el desarrollo regional y la
construcción d tejido social.
Cabalmente, un mal fundamento teórico del Emprendimiento
Social, puede ocasionar que se confunda con asistencialismo, subsidiaridad o
auxilios no reembolsables, limosna o programas que realmente no sean
sustentables; además de eso, el Emprendimiento Social como método requiere de
programas integrales de atención a los emprendedores que garanticen por un lado
el desarrollo social, pero por otro la sostenibilidad de las empresas en el
tiempo.
Como
puede colegirse, la problemática del
emprendimiento en Latinoamérica, pasa por temas educativos, los
impuestos a cancelar, la poca formación específica en emprendimiento especifico
(Romero et al., 2020), y los esfuerzos que resultan en muchas oportunidades
solitarios, además del poco apoyo y acompañamiento técnico que en oportunidades
es nulo. Esto lo argumentan Romero y otros para el emprendimiento en general,
sin embargo, para el emprendimiento Social, aparece uno adicional el poco
manejo conceptual, teórico y técnico de las bases del modelo que dificultan la
formación y crecimiento del capital social. Para algunos el emprendimiento en
América Latina, es más producto de la necesidad que dé la oportunidad, con las
consecuencias que esto conlleva.
Colombia
dentro de América Latina, refleja la problemática del emprendimiento social,
con el agravante de padecer un conflicto
armado, que hace mucho más difícil la
implementación de políticas y garantizar la presencia del estado y entes
privados en las zonas de guerra, es decir, además del débil acceso a recursos financieros, la incipiente educación
en emprendimiento, la débil
conceptualización acerca del emprendimiento social, el país
debe superar los escollos de años de conflicto armado, en año 2019, ya
se recamaban alguna políticas públicas en cuanto a emprendimiento social, en alguna investigaciones ya daban como
conclusión “Es necesario que el Estado
colombiano se reconozca dentro de la agenda pública nacional el concepto de
emprendedor y Emprendimiento Social”
Es así
como se llega a la promulgación de la ley de “ LEY 2234 DE 2022 (Julio 08) “Por
la cual se promueve la política de emprendimiento social”
Entre
los aspectos importantes es establecer la política pública de emprendimiento
social y algo importante es su enfoque
“para el desarrollo de soluciones a los problemas sociales, culturales y
ambientales, como motor de transformación e innovación a nivel nacional y
regional”
A lo
anterior se le agrega la combinación de lo privado, lo público lo territorial y
nacional, lo que hace pensar que la ley es inclusiva y acorde a las tendencias
mundiales del emprendimiento social, adicionalmente un enfoque étnico y rural
al mencionar al campesinado como uno delos actores poblaciones a atender e involucrar
para este fin a las redes de emprendimiento y a todo el ecosistema de emprendimiento
del país ya constituido.
Basado
en esta ley, se cuenta con las herramientas necesarias (por lo menos
institucionales) para desarrollar trabajo de emprendimiento social con
comunidades rurales y étnicas como lo pretende el presente proyecto punto a
favor que robustece la justificación y realización del mismo.
Cabe
mencionar que esta ley destaca los conceptos de. Valor Social, innovación
social, Valor compartido, comercio justo. comercio sostenible. prácticas
justas. En teoría, garantizaría todos
los valores y principios que rigen el emprendimiento social que, entre otras
cosas, son valores destacados de las comunidades étnicas (afros e indígenas,
por ejemplo) y campesinos. Adicionalmente
tiene un componente de “El fomento y
desarrollo de mecanismos de financiación y sostenibilidad para el desarrollo
del emprendimiento social”
Como se
expresó anteriormente, con una ley no se garantiza la solución del problema,
por ejemplo, a pesar de contemplar todo un marco institucional de promoción,
alianzas estratégicas y financiación y gestión de recursos de apoyo a
emprendimientos sociales, no especifica mecanismos de acompañamiento y
seguimiento, lo cual sigue siendo una debilidad de los emprendedores
colombianos, sobre todo en comunidades rurales y marginadas.
Aunque
hay que reconocer que la ley como instrumento de política pública ya es un
avance que reclamaban lo emprendedores y que aún es temprano para evaluarla, si
se pueden resaltar algunos datos de la problemática
Por ejemplo, antes de la Ley 2234 DE 2022, según el GEM (Global,
Entrepreneurship Monitor ), ya los emprendedores consideraban que tomaban
decisiones cuidando el impacto social y ambiental entre el 80% y el 90% de los
encuestados por esta entidad
Sumado a los datos del GEM, la fundación Recon, que
se autodefine como “una organización
colombiana, sin ánimo de lucro que identifica, inspira, conecta y hace más
fuertes emprendimientos sociales que transforman realidades e impactan en el
desarrollo económico y social sostenible de comunidades vulnerables”
Ese decir, antes que se legislara, ya existía un impacto positivo de los emprendedores
sociales, como se manifestó en líneas anteriores, incluso, el mismo informe
identifica algunos datos relevantes que para un país en busca de salidas
pacificas para su conflicto armado, donde casi el 63% de los emprendedores,
impactan a grupos víctimas de la guerra interna que vive el país sumado a ello,
los emprendedores sociales en Colombia, resaltan la equidad de género al haber
paridad en el número de emprendedores. Es destacable también la participación
de los jóvenes con un, (43.5%)
Del mismo modo el GEM, mide y analiza algunos puntos
clave para el emprendimiento en general que se pueden homologar al
emprendimiento social y que precisamente coinciden con datos para el sector
específico, para el Global Entrepreneurship Monitor, alrededor Cerca del 69 %
Se podría determinar según este informe que los
emprendedores sociales cumplen con las condiciones para
ser verdadero exponentes de este de emprendimientos, máxime cuando el 100% de
los emprendedores sociales en Colombia, trabajan con comunidades vulnerables:
“23,1% a víctimas del conflicto armado,
45,2% a mujeres, 15,4% a población LGBTI, 16,7% a población en condición de
discapacidad, 15% a afrodescendientes, raizales o Palenqueros, 16,1% a
comunidades indígenas, 10,4% a excombatientes, 57,7% a niños, niñas y
adolescentes, 34,2% a población rural, 27,9% a adultos mayores y 4,3% a
refugiados o inmigrantes”
Este panorama se ve
prometedor y de hecho puede visionarse de esa manera, sin embargo, hay muchas
oportunidades de mejora en este renglón, unas de ellas ya se habían
identificado e manera general, verbigracia casi el 60% no ganan ningún ingreso
por su emprendimiento social, a pesar que el 69% tienen educación superior. Es
decir, se ven estancados, comprobando que muchos ven el renglón como
asistencialismo más que como empresas.
Lo confirma el
hecho que solo el 12.3%, acceden a financiación y el 66% argumenta no tener
acceso al crédito, confinando el problema de subvención, que en su mayoría se
hace con recursos propios o donaciones, lo anterior se puede asignar a la falta
de formalidad, casi el 50% (47.3%) no cuenta con personería jurídica, y de los
que la tienen el 43% son sociedades sin ánimo de lucro
En cuanto a las políticas públicas, se comprueba que
la manera aislada como trabajan las instituciones encargadas de impulsar estos
tipos de emprendimientos y empresas, origina la percepción de los
emprendedores, quienes consideran en un 60,4% que no hay
apoyo estatal y que se deberían implementar políticas públicas especificas al
sector (esto antes de la Ley
2234 DE 2022) lo que supone que el estudio de la corporación Recon sirvió de
insumo para la formulación de la misma. Este proyecto, permitirá a su vez,
determinar qué tan difundida y que tantos resultados ha tenido la ley en el
sector de emprendimiento social.
Otra debilidad encontrada es la transformación digital de estos
emprendimientos, el uso de tecnologías, no se ha masificado y tal parece un deceso
en sus aplicaciones, así lo expresa la corporación Recon, señalando que la distancia del acceso al
internet aumento del 2018 al 2020 en un 5.5%
Aunque se visiona un avance de los emprendimientos
sociales en Colombia, en cuanto a la contribución a la consecución de los
Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS (se puede observar en los guarismos
asociados en líneas anteriores) llegando a la conclusión que aportan a que se
cumplan por lo menos uno de los ODS, todos aportan al cumplimiento de uno o más
de ellos, llegando a colocarlos como fundamental para que el estado colombiano
los consiga en su agenda 2030.
El estudio del GEM, asegura que, al preguntarles a
los emprendedores en general sobre los ODS,
no llegan al 20% el porcentaje de emprendedores en general que
identifican o manejan los 17 ODS de la agenda 2030
Aunque estas tasas no están calculadas para el emprendimiento
social, si vale la pena mencionarlas y diferenciarlas, máxime si queda entonces la inquietud de ¿cómo pueden
estar seguros los emprendedores de aportar al cumplimiento de los ODS, si de
manera general no los conocen?
Cuestionamiento interesante que debe explorarse
también en esta investigación, para poder dimensionar que tanto contribuyen
realmente los emprendedores con el cumplimiento de los ODS. Por otro lado,
puede existir fallas en la comunicación o divulgación de los resultados e
impactos de su emprendimiento o puede existir un desconocimiento del lenguaje
técnico de los ODS, pero en el fondo los empresarios, sí podrían conocer los
Objetivos de Desarrollo Sostenibles y si contribuyen, pero no está bien
documentado o pueden estar mal enfocadas las preguntas al cuestionarlas tan
técnicamente.
Otro factor importante, es la falta de divulgación, (así lo sostiene el informe de Recon), este aspecto para los emprendedores sociales,
considerando una insuficiente
información que permita visibilizar no solo a los emprendedores, sino a sus negocios
y aportes a los ODS, así como la intercomunicación entre los actores del ecosistema emprendedor
Desglosando el tema del
Emprendimiento Social por regiones y taxativamente a la región Caribe que es el
objeto de este estudio, se observan poca literatura científica al respecto,
campo poco explorado exhaustivamente por los investigadores, lo que constituye
una oportunidad para la comunidad científica
Solo dos
universidades del caribe colombiano, se vincularon al informe GEM que, aunque
general, da unas perspectivas del emprendimiento en Colombia, Universidad del Norte y Universidad de
Corporación Universitaria del Caribe (CECAR), lo que ratifica el informe que
para los gobiernos nacionales el tema de la cultura emprendedora es
preponderante, mientras que para los dirigentes locales parece que no tanto.
En la clasificación
regional de iniciativas en emprendimientos sociales, la región Caribe ocupa el
segundo lugar con el 20% después de la capital de la república y la región centro oriente con el 33%
En la región Caribe,
el departamento del Magdalena, aparece de cuarto en iniciativas de
emprendimiento social, con un 2,3, muy lejos del departamento de Bolívar 4.9 y
Atlántico 3.6.
Además, existe una
correlación entre pobreza multidimensional, dado que en los departamentos donde
este fenómeno es más alto, también es mayor el número de iniciativas de
emprendimiento social, si se le agrega que los indicadores sociales y
educativos que son endémicos y rezagados del promedio nacional.
Algunos de estos
indicadores sociales muestran que el Caribe colombiano tiene una informalidad
laboral del 67,9%, mucho mayor del promedio nacional,
los jóvenes que no estudian ni trabajan son casi el 30% y el 41.2% de los
hogares no consumen tres comidas al día
Proyectando estas cifras hacia los sectores y
poblaciones vulnerables como minorías étnicas y rurales el panorama se
recrudece, en variables criticas como pobreza, miseria, inclusión social y
financiera, brecha laboral hombres y mujeres, cobertura de educación, salud y
servicios públicos razón de más para abarcar un estudio que dimensione la
contribución de los emprendimientos sociales a la solución de problemas de las
comunidades marginadas.
Además, Colombia ha visto surgir emprendimientos
sociales destacados que están marcando la diferencia en áreas como la
educación, la rehabilitación carcelaria y la higiene menstrual. Estos proyectos
no solo han tenido un impacto positivo en la sociedad colombiana, sino que
también han ganado reconocimiento a nivel internacional, lo que demuestra el
potencial y la relevancia de los emprendimientos sociales en un contexto
global.
En conclusión, el emprendimiento social en Colombia
se encuentra en un punto crucial de su desarrollo. A pesar de enfrentar
obstáculos significativos, está claro que el emprendimiento social tiene el
potencial de generar impactos positivos tanto a nivel económico como social en
el país. El apoyo gubernamental, la revisión de regulaciones y la
implementación de políticas específicas son cruciales para aprovechar al máximo
este potencial y contribuir al desarrollo sostenible y la reducción de la
pobreza en Colombia.
Conclusiones
En el contexto latinoamericano, el emprendimiento
social emerge como una fuerza transformadora, que busca abordar las inequidades
sociales y económicas arraigadas en la región. A través de iniciativas
innovadoras y basadas en principios de justicia social, los emprendedores
sociales están generando impactos significativos en comunidades vulnerables,
promoviendo la inclusión y el desarrollo sostenible.
En Colombia, la promulgación de la Ley 2234 de 2022
marca un hito importante en el impulso del emprendimiento social, al
reconocerlo como una herramienta clave para abordar desafíos sociales,
culturales y ambientales. Esta ley establece un marco integral que fomenta la
colaboración entre el sector público, privado y la sociedad civil, con el fin
de promover la innovación social y el valor compartido.
A pesar de los avances legislativos, persisten
desafíos significativos, como la falta de acceso a financiamiento y recursos,
la brecha digital y la informalidad laboral. Sin embargo, el potencial del
emprendimiento social en Colombia es innegable, como lo demuestran las
iniciativas que ya están generando impacto positivo en diversas áreas, desde la
educación hasta la inclusión social y la sostenibilidad ambiental.
Para que el emprendimiento social alcance su máximo
potencial, es necesario un enfoque integral que aborde las barreras
estructurales y promueva un ecosistema emprendedor inclusivo y colaborativo.
Esto requiere de un compromiso continuo por parte de los actores
gubernamentales, empresariales y académicos, así como una mayor sensibilización
y apoyo a nivel comunitario.
En última instancia, el emprendimiento social
representa una oportunidad única para transformar las realidades de las
comunidades marginadas en Colombia y América Latina. Al aprovechar la
creatividad, la innovación y el compromiso social de los emprendedores, podemos
avanzar hacia un futuro más equitativo, sostenible y próspero para todos.
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[1]Magister en Docencia e
Investigación Universitaria, Universidad Sergio Arboleda Santa Marta Colombia, Investigador
de la Universidad Sergio Arboleda, email, alexander.parejo@usa.edu.co. orcid https://orcid.org/0000-0001-7353-4976
[2] Doctora en Relaciones
Internacionales, Negocios y Diplomacia por la Universidad Autónoma de Nuevo
León, Profesora Investigadora en la Universidad Autónoma de Nuevo León,
Instituto de Estudios Tecnológicos de Monterrey e investigadora de la
Universidad Sergio Arboleda. Email: gabrielazapmor15@gmail.com. Orcid: https://orcid.org/0000-0002-4386-084X.
[3] Estudiante de Marketing
y Negocios Internacionales de la Universidad Sergio Arboleda, semillerista, desarrolló su opción de grado
como Auxiliar de investigación Id. 1235538830